miércoles, 16 de febrero de 2011

El camino de la bestia con epílogo

Recuerdo que hace alrededor de cuatro años, antes de que comenzáramos a "ganar la guerra contra el narcotráfico", Tapachula tuvo un brillo sangriento que duró algún tiempo, tal vez muy poco si pensamos, solo si pensamos, en términos de lo que después seguiría en la escalada de violencia del país.
El asentamiento de los llamados Maras en este territorio fronterizo causaba un mórbido interés que quizá tuvo uno de sus puntos climáticos cuando se difundió la noticia de que un periodista español, quien realizó un interesante documental acerca de la vida de una de estas pandillas, fue ultimado en algún barrio de San Salvador.


Yo sabía el nombre, ahora a vuelo de pájaro solo recuerdo su cara, algunas escenas del documental y su nacionalidad.
El dato está al alcance de un clic, siempre y cuando se cuente con una conexión de banda ancha, de la que a veces (y este es el caso) se carece en la ruta.
Otros cuadros no de menor impacto, que suceden en este lugar, tienen que ver con "La Bestia", nombre con el que se le conoce al tren carguero que transporta sobre sus techos a miles y miles de indocumentados que arriesgan sus vidas para alcanzar el "american dream".


He visto el lugar por donde pasa La Bestia, lo veo ahí tal y como también era por la casa en que crecí a más de cuatrocientos kilómetros de aquí. Quise tenerle miedo y respeto por todos los centroamericanos que montándose en él, hacen el viaje más espeluznante que pueden hacer los seres humanos hoy en día.
Quise, decía, porque no pude, el camino de La Bestia como el de tantos trenes, vacío, solo representa la ausencia de esperanzas que no pasan por ahí en ese momento. El camino de "La Bestia" solo toma su nombre cuando ella, "La Bestia" lleva como un Virgilio inverso, sobre sus lomos, no al descenso sino cuesta arriba, al infierno, al norte.
Y es el infierno seguramente, porque para ellos, el infierno comienza en México, la salida del paraíso donde se circula semi-libremente acaba en la frontera de Guatemala con México.


Por aquí y por allá es fácil descubrir a los inmigrantes a través de sus miradas, ellos las tienen esquivas, ellas las tienen tristes y cada vez que sonríen quizá querrías sentir que te piden ayuda.
De los residentes locales, los hay muy hermanados con la situación por la que atraviesan éstos y también de los otros, de esos que solo tratan bien a los propios del país o a los extranjeros.


Los primeros son lo más hermoso que tiene esta tierra, muchos de ellos también son inmigrantes, que fundan colonias sobre la carretera con nombres nostálgicos que repiten los de su lugar de origen en centroamérica; otros van y vienen tanto, que todo mundo puede jurar en cada destino que pertenecen a ese lugar; hay aquellos de los que todo mundo ya olvidó el motivo de su llegada, como los chinos, pero tienen su historia y se comportan solidariamente, al nivel de un antiguo inmigrante, que no olvida que: llegar, es pavoroso.


De los otros residentes locales, está de más hablar, cualquiera los puede reconocer y cualquiera los puede llegar a defecar al baño más cercano, donde sea que hayan nacido o venido.
En Tapachula comienza para quienes nacieron más al sur y van al norte: la trampa. Para quienes van al sur, aguarda lo desconocido....

En la ruta....

Epílogo:
Importante mencionar se aprecia un gran número de religiones además de la católica, lo cual hace este sitio aún más interesante por el fenómeno. También es interesante que "nuestros propios extranjeros" (los que discriminamos por pertenecer a grupos indígenas, dueños auténticos y milenarios de esta tierra) pasan desapercibidos una vez más, ahora por el choque fronterizo entre dos naciones.


Yo percibo que tal circunstancia, al mismo tiempo que los lleva y trae dentro de esta marea contemporánea, los hará nuevamente, otra vez: "Los sobrevivientes del mundo mágico", tal como por otras razones, los llamó Laret Sejourné.
Foto epílogo del epílogo para May, donde se muestran dos mundos conviviendo en el mismo lugar y se demuestra que muy probablemente uno de esos mundos, es ciego.






















En la ruta...

Ubicación:Tapachula, Chiapas